La puesta en marcha de una CEL cuenta con dos hitos que pueden alargar el proceso. Uno de ellos es la obtención de la ayuda pública, dado que entre la solicitud de ayuda pública para el proyecto y la resolución de la misma pueden transcurrir entre 3 y 9 meses en función de la convocatoria.
El otro es el trámite para la legalización del autoconsumo compartido. Este trámite se inicia una vez la instalación fotovoltaica está ejecutada y la CEL ha completado el alta de sus socios. Es decir, cuando la CEL ha finalizado la ejecución de todas aquellas actuaciones que está en su mano realizar.
A partir de ese momento, sólo falta que se legalice el autoconsumo compartido de la electricidad que ya está generando la instalación fotovoltaica para que los socios de la CEL puedan ver descontada en su factura la energía que consuman proveniente de la instalación. El trámite implica un intercambio de documentos entre las comercializadoras de electricidad y la empresa distribuidora de electricidad que está regulado que dure 2 meses pero que, en realidad, puede extenderse 6 meses o más.
Las CEL están completando este trámite de legalización con mayor agilidad que la media del mercado y, de hecho, ya hay 5 CEL que han concluido el proceso y cuyos socios están viendo descontada en su factura la energía proveniente de las placas. Cuentan con la APP de la CEL que les permite monitorizar el consumo que realizan de la energía proveniente de la instalación fotovoltaica.
En concreto, son las CEL de Zumarraga, Larraul, Derio, Athletic y Berrobi. A estas se unirán antes del verano las de San Fidel (Gernika), Zierbena y Muskiz y, antes de fin de año las 19 CEL que abarca el proyecto de GEK Gipuzkoa. Habrá un total de 27 CEL en pleno funcionamiento en 2023, lo que constituye todo un logro en el desarrollo del autoconsumo compartido a nivel no sólo autonómico, sino también estatal.